1- COMO EL CAPITALISTA LUCHABA CON EL OBRERO :

“Los patronos y sus obreros se hallan, desdichadamente, en eterno estado de guerra los unos contra los otros. Los primeros se fijan como meta invariable obtener el trabajo lo más barato posible, y para conseguirlo, no vacilan en emplear todas las astucias; a su vez, los segundos aprovechan todas las ocasiones para obligar a los patronos a que satisfagan sus pretensiones de mejora”. Cuando se produce la introducción de la maquinaria el trabajador comienza a luchar contra el instrumento de trabajo. “Se subleva”, dice Marx, “contra esta forma concreta que revisten los medios de producción, como base material del régimen de producción capitalista”.

2 – POR QUE EL CAPITALISTA SE FIJA EN LA MAQUINAS:

Las máquinas pasan a ser rápidamente el competidor del propio trabajador. Tal como lo sostuvo David Ricardo en “Principales, Entre la maquinaria y el trabajo se riñe un duelo constante”. Según Marx el incremento del capital gracias a la máquina se halla en razón directa con la cantidad de obreros que el capital despide. La producción capitalista reposa sobre la venta del obrero al capitalista de su fuerza de trabajo. Debido a la división del trabajo, el obrero dedica todo su esfuerzo al manejo exclusivo de una parte de la herramienta. Con el advenimiento de la era de la maquinaria, el manejo de la herramienta pasa a la máquina con lo cual la fuerza laboral pierde su valor de uso y, a raíz de ello, su valor de cambio. En consecuencia, el obrero queda privado de valor. Su fuerza laboral deja de servir como mercancía. Pasa a ser un objeto descartable, en suma. La masa de obreros expulsada del mercado por la máquina es la población sobrante, inútil para los objetivos de los dueños de los medios de producción. Expulsada del sistema, la población sobrante sigue, según Marx, dos derroteros: a) decide participar en la antigua y desigual lucha de la vieja doctrina manual y la manufactura contra la industria maquinizada; b) inunda el mercado con mano de obracon lo cual el precio de la fuerza laboral desciende por debajo de su valor. Marx alude a la tristemente célebre “mano de obra barata”.